CÓMO HACER REALIDAD TU SUEÑOS
***Este artículo está dedicado a mis hijos, quienes están en la edad y el momento de sus vidas donde tienen toda la energía y vitalidad para emprender sus proyectos de vida. Deben tomar decisiones fundamentales y trascendentales que los formarán para el resto de sus vidas; pero también están en la edad donde pueden desviar su camino y perderse en el laberinto de la vida, allí donde podemos quedarnos patinando solamente en los sueños y no llegar a realizarlos.
Hoy en día el tener éxito y lograr las metas se ha convertido en un buen negocio. Muchas personas venden métodos que aseguran ser los más efectivos, porque para ellos han sido la manera cómo han alcanzado sus sueños y el éxito.
Algunos coinciden en ciertas formas, unos le atribuyen todo al poder de la mente; al libro el secreto; a la ley de la atracción; otros le dejan todo en manos de Dios, a su poder ilimitado y predican el evangelio de la prosperidad.
En fin, cada quien va encontrando la manera como vibran y resuenan sus frecuencias personales y les ha sonado la flauta; es decir, han alcanzado sus metas.
También es importante recalcar que el éxito es relativo para cada quien. Lo que para mi se define como ser exitosa, para otra persona quizá no lo sea. Para algunos el éxito depende de cuanto tiene en su cuenta bancaria, para otros su éxito está puesto en los logros de sus hijos y el bienestar de su familia.
Algunos atribuyen el éxito a alcanzar metas en el campo profesional y laboral; otros es cuestión de fama y prestigio social. En mi caso personal, mi mayor éxito es poder vivir en paz conmigo misma y con el mundo que me rodea. Claro está que el éxito de mis hijos, el verlos alcanzar sus sueños también es parte de mi éxito. Otra parte importante donde me siento verdaderamente exitosa, es cuando mis dones y talentos aportan algo al desarrollo y crecimiento de la humanidad.
Sin embargo debo confesar que existen áreas de mi vida donde no he tenido tanto éxito. Algunas parecen ser solamente un sueño por allá en un mundo espiritual que no aterriza en este plano terrenal.
Hoy es un día donde reflexiono de por qué se hace tan difícil cumplir esos sueños y pienso lo fácil que es poner la responsabilidad fuera de nosotros o de mi misma. Echarle la culpa al sistema, a la sociedad, a las personas que no me entienden o no me apoyaron en mis inicios. Quizá, es fácil culpar algún impedimento bien sea físico, por alguna enfermedad que haya pasado; algún estado mental, por momentos de depresión y/o ansiedad etc.
Reflexiono porque mis hijos se encuentran en un momento crucial de sus vidas, donde sus decisiones los llevarán a tener o no ÉXITO. Sin embargo, hoy puedo asumir mi parte de responsabilidad en el asunto y compartir.
Vienen a mi mente algunas razones por las cuales no pude aterrizar algunos de mis sueños y convertirlos en metas realizables e ir por ellas:
1. Tenía tantas cosas que me gustaba hacer: cantar, bailar, escribir, era buena para la matemática, las ciencias, era buena para enseñar, y servir a la humanidad… Tantas cosas que disfrutaba y tantas otras que me llamaban la atención; incluso para muchas de ellas, Dios me había dotado de talentos especiales; quise realizarlas todas. Intentando hacer de todo, me perdí y terminé haciendo nada. Eso si, me quede con hermosas experiencias y sin saber al fin cual era mi verdadero propósito en la vida.
2. Solía ser una persona de un carácter muy influenciable; especialmente cuando de relaciones amorosas se trataba. Todos me vendían sus ideas y me encantaba comprarlas; ayudarlos a alcanzar sus sueños; me encantaba ver el amor realizarse, ser exitosos en sus empresas y emprendimientos; ayudarlos me hacía sentir útil y amada. Esto al final, me costó la inversión más valiosa que nunca se puede recuperar: EL TIEMPO. Eso si, me quede con las experiencias; los aprendizajes y sin mis sueños.
3. El no haberme sentido apoyada y valorada por mi familia al inicio, por mis parejas y luego por una sociedad cruel; donde los celos, la avaricia y la envidia corrompen; hizo que mi autoestima estuviera siempre baja y por más talento y buenas ideas que tuve, terminaba siempre desvalorizando mis talentos y no creyendo que podría alcanzar mis metas.
Ser una mujer EXCÉNTRICA en una sociedad consumista y materialista; donde salirse de sus términos y condiciones es un gran pecado o significa ser y estar loca, es muy duro. Pero más duro es dejar de ser uno mismo, por ser lo que los demás quieren que seas.
A mis hijos Cami, Gaby, Gabriel, Emmanuel; a mis nietos Isabella, Santhiago; a ti que me lees, a tus hijos quienes guias, quiero dejarles tres enseñanzas:
Descubre tus dones, talentos, sueños y metas; disfruta de todo, pero ENFÓCATE en lo que te hace diferente al resto, en eso que todo el mundo juzga y critica de ti; porque lo haces diferente a ellos. En aquello que solamente tu y nadie mas que tu puede hacer de manera excepcional. En tu más loca pasión.
Nunca nunca nunca permitas que tus sueños se pierdan por una relación en pareja. Si la persona con quien estas no entiende tus sueños, no te apoya, no le da importancia a quien eres y lo que haces. Si no te valora y te eleva para que cumplas tus sueños; HUYEEEEEE. No permitas que nada ni nadie te robe, te chupe tu energía para brillar ellos y dejarte a ti por debajo.
CREE EN TI. Eres creacion de Dios, fue El quien te dio tus dones y talentos; quien te dota de todas tus habilidades; no es ni tu padre, ni madre, ni familiares, ni mucho menos la sociedad que te rodea y sus paradigmas y adoctrinamientos. Vuela tan alto como las alas de Dios te lo permitan. Simplemente por el hecho de merecer lo que tienes y merecer ser feliz. De mas feliz y exitoso o exitosa seas en la vida, vas a hacer un aporte a la humanidad de alto valor porque haras feliz a quienes te rodeen y a quienes tengan el privilegio de contar con tu presencia, dondes y talentos en tu vida.
Con amor
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